Los niños, la educación y la familia son parte del Acuerdo de Paz y al occidente de Dabeiba, desde la montaña, se trabaja por ello. Donde, seis años después de firmado el Acuerdo con las Farc, se reconstruye el tejido social en la escuela, junto a el gato y la gallina, con la música y el baile, el hermano y el vecino. Porque la apuesta por la paz se hace de la mano, con la madre y su hijo, junto a iniciativas que beneficien la comunidad y el diálogo de un "te amo". 

Despacio, pero con paso firme y la confianza puesta en un nuevo inicio, donde el perdón y la reconciliación cumplen un papel primordial. Oculta por las montañas y el camino enpantanado, pero en espera de visitas, para jugar en su cancha, para hablar de su historia, para aprender de otros, así se encuentra la familia de Llano Grande.